El objetivo fundamental de los elementos de protección en una red eléctrica, es detectar un defecto eléctrico y desconectar la sección de la red en la que tiene lugar una falla, de forma que el efecto de la falla sea el menor posible.
La protección direccional permite discriminar la parte de la red con defecto, de mejor manera que una protección contra sobrecorrientes.
Esta protección diferencial es necesaria en caso de falla:
· Si hay varias fuentes
· Si hay bucles cerrados o cables en paralelo
· Con neutro aislado para el retorno de corrientes capacitivas
· Y para detectar el sentido anormal de circulación de la energía eléctrica activa (maquinas giratorias).
Las protecciones direccionales de corriente solamente se pueden disparar cuando se produce el defecto. Es la medida del sentido del flujo de la corriente y la tensión, la que permite detectar la dirección en la que se encuentra el defecto.
La protección de máxima potencia mide la potencia activa o la potencia reactiva que pasa por el punto en donde están colocados los sensores de corriente.
Aplicaciones
Las protecciones direccionales son útiles en cualquier punto de la red donde el sentido de circulación de la energía es susceptible de cambiar, especialmente después de un corto circuito entre las fases y/o una falla a tierra (falla monofásica).
· La protección direccional de “fase” se instala para proteger dos enlaces usados en paralelo, un bucle o una sección de red que enlaza dos fuentes de energía.
· La protección direccional de “tierra” es sensible al sentido de circulación de la corriente a tierra. Desde el momento que la corriente de fase-tierra se reparte entre varios sistemas de puesta a tierra, es necesario instalar protección direccionales de tierra.
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