La
salud posee diferentes niveles, por lo que el concepto holístico establece un
estado de salud plena: en lo físico, mental y social, con el ser humano al
centro y en armonía con su entorno.
El concepto holístico viene del término holismo, que según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, es la doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen. Es decir que se refiere a toda realidad como un todo y no como partes seccionadas de ese todo.
El enfoque holístico del concepto de salud vislumbra las dimensiones físicas, mentales, sociales, emocionales y espirituales de manera interdependientes e integradas en el ser humano, el cual funciona como una entidad completa en relación al mundo que le rodea. No existe salud si una de las dimensiones no se encuentra saludable.
Este concepto holístico de la salud le otorga importancia a aspectos que han sido excluidos de las definiciones tradicionales del pasado, en especial a los componentes emocional y espiritual de la salud, planteando que sin estos es imposible alcanzar un óptimo estado de salud.
Sin embargo la salud no es perfecta, se habla de una escala que la clasifica en niveles, y se afirma que se puede experimentar bienestar ya sea que una persona se encuentre enferma o saludable. Más bien, el concepto de bienestar se ha referido a la adecuada adaptación e integración de las dimensiones físicas, mental, social, espiritual y emocional.
Siendo que la salud es el completo estado de bienestar, la filosofía de la salud holística nos plantea la necesidad de llevar prácticas de vida saludable, a fin de alcanzar ese anhelado estado.
El enfoque holístico del concepto de salud vislumbra las dimensiones físicas, mentales, sociales, emocionales y espirituales de manera interdependientes e integradas en el ser humano, el cual funciona como una entidad completa en relación al mundo que le rodea. No existe salud si una de las dimensiones no se encuentra saludable.
Este concepto holístico de la salud le otorga importancia a aspectos que han sido excluidos de las definiciones tradicionales del pasado, en especial a los componentes emocional y espiritual de la salud, planteando que sin estos es imposible alcanzar un óptimo estado de salud.
Sin embargo la salud no es perfecta, se habla de una escala que la clasifica en niveles, y se afirma que se puede experimentar bienestar ya sea que una persona se encuentre enferma o saludable. Más bien, el concepto de bienestar se ha referido a la adecuada adaptación e integración de las dimensiones físicas, mental, social, espiritual y emocional.
Siendo que la salud es el completo estado de bienestar, la filosofía de la salud holística nos plantea la necesidad de llevar prácticas de vida saludable, a fin de alcanzar ese anhelado estado.
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